Ayer por la noche volví acordarme de ti. Es normal, no ha pasado tanto tiempo, dos meses quizás, no más. Y mientras lo hacía caí en la cuenta de lo estúpido que fui, increiblemente idiota al haber pensado que, por culpa de unos ojos negros, buscaba más que lo que tu ofrecías. No hay rencor, ni amargura, ni dolor, sólo sorpresa por lo fácilmente que alguien como yo se ilusiona con las cosas más tontas.
¿Qué aquello no fue una cosa tonta? eso pensaba yo, pero tu no opinabas lo mmismo cuando dijiste que sólo fue un buen baile de cuerpos y sexo. ¡Qué estabas equivocada! No, no me lo digas ahora, porque justo en este momento es cuando yo me doy cuenta de que tenias razón y lo de esa noche, no fue más que puro sexo con un cuerpo desconocido. Ya ves, sólo los tonto se enamoran.
1 comment:
Para mucha gente el apetito sexual es sólo otra necesidad fisiológica más, sin embargo, a veces ocurre que en el frenetismo del baile de cuerpos algo en nuestra cabeza explota y nos cambia el chip.
Practicando sexo uno también se puede quedar pillado. No es extraño y no solo le pasa a los tontos.
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