La mejor manera para comenzar este nuevo camino es acompañado de un buen libro. Una auténtica joya de la literatura universal, que como tal, pide un lector devoto, fiel y atento.
Mi relación con está obra se remonta a mis días de COU, cuando apareció en mi vida como recomendación de mi profesora de literatura española, ya sus palabras eran entonces, una advertencia y un consejo: “El Ulises te pide tiempo, capacidad para el compromiso y atención sin límites. Es una obra que marca la línea hacia la madurez. Porque empezarás este sendero siendo un niño y si lo terminas, te habrás convertido en un hombre. Por eso no debes desanimarte si no logras escalar la montaña la primera vez, y debes intentarlo hasta que un día, sin darte cuenta, llegues a la cima y divises el mundo de otra manera.”. Ni que decir tiene que, como casi la mayoría de los jóvenes, esas palabras sonaron más a reto que a consejo y me lancé, inconsciente de mí, a los brazos de un libro que acabó conmigo. Era tanto lo que me pedía y tan poco lo que sentía que me daba a cambio, que como bien adivinó mi profesora, no llegué acabar el primer capítulo.
Desde entonces lo he intentado innumerables veces y siempre he caído, pero he decir que siempre daba un paso más adelante que el anterior, una página más en cada intento. Haber si esta vez oteo el mundo desde la montaña y no vuelvo a verme atrapado.
No es el Ulises una obra fácil, ya desde los primeros párrafos, el amante se vuelve exigente, aquí una pequeña muestra:
“Solemne, el gordo Back Mulligan, avanzó desde la salida de la escalera, llevando un cuenco de espuma de jabón, y encima, cruzados, un espejo y una navaja. La suave brisa de la mañana le sostenía levemente en alto, detrás de él, la bata amarrilla, desceñida. Elevó en el aire el cuenco y entonó:
-Introibo ad altare Dei.
Deteniéndose, escudriñó hacia lo hondo de la oscura escalera de caracol, y gritó con aspereza:
-Sube acá, Kinch. Sube, cobarde jesuita.
Avanzó con solemnidad y subió a la redonda plataforma de tiro.”
Y eso que aún no hemos entrado en los monólogos interiores, el simbolismo, etc. etc. Seguiré dejando, a medida que vaya leyendo, comentarios sobre el nuevo intento. Así podremos compartir que opinamos sobre esta monumental obra.
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