Sunday, April 03, 2011

Explora tus límites

Observaba el ir y venir del tiempo. Sentado, siempre sentado. En su cabaza la sensación de que algo se le escapaba entre las manos y no era capaz de retenerlo. Ciertos pensamientos se le agolpaban y le golpeaban, derrotándole, obligándole a tenderse y quedarse siempre quieto. E inmóvil, paralizado por el sufrimiento, veía pasar la vida por delante de sus tristes ojos. Hasta que algo ocurrió.

Se levantó. Miró a su alrrededor, respiró profundo, cerró los ojos y sin importar nada más empezó a correr....

2 comments:

Unknown said...

... no pensaba, sólo corría.

Las ideas iban y venían a su cabeza. Ninguna era bloqueada. Venía, se posaba y se iba. Buenos recuerdos, malos recuerdos. No pensaba, sólo corría.

No huía. Perseguía. Quería alcanzar lo que no había tenido durante tanto tiempo en sus manos. Quería tenerlo, deseaba volver a tomar las riendas de aquello. Y siguió corriendo. No pensaba, sólo corría.

Al cabo del tiempo, al alcanzar varias veces la meta, comprendió que no era el destino lo que buscaba, lo que le faltaba era disfrutar del camino. Y siguió corriendo disfrutando del camino.

No pensaba, sólo corría.

Alberto Fernández said...

¡Gracias, gracias de corazón! Me ha encantado que hayas continuado lo que por una vez, eran unos puntos suspensivos que te invitaban direcamente.

Esta entradita será pasada a mano a esa libretita azul ;)

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