Quizás no ha sido como se había planeado, pero no hay mal que por bien no venga, y si esta Semana Santa no ha dado los frutos deseados, si ha servido para una profunda reflexión sobre lo que me rodea, una meditación tranquila, solitaria y modestamente, creo que muy útil.
Hace dos mil años un tal Jesús, aún siendo consciente del fatídico final que le esperaba, no escapó, no huyó, aceptó su destino con un estoicismo envidiable. Fue clarísimamente víctima de sus ideas, las cuales no dejó de defender ni siquiera ante la tortura, la muerte o incluso la traición de un supuesto ser querido. Bienaventurados aquellos que son fieles a si mismos a pesar de las lapidaciones a los que los someten los demás, porque de ellos será la recompensa de ser auténticos, firmes y serenos.
Y mientras él moría, que mierda hago yo, pensé una noche, pues hagamos cuentas:
1. perder el tiempo en pasados que difícilmente volverán, porque de hacerlo dejarían de ser pasado, algo que es imposible.
2. acabar una carrera que en el fondo no quiero terminar, porque el futuro me produce auténtico pánico.
3. seguir preocupándome por personas que dentro de unos años, cuando todo esto haya finalizado, no se acordarán ni de cómo me llamo.
4. esclavizarme en un amor imposible, tan poco realizable, que incluso un profesional de la psicología posiblemente denominaría a esa patología como síndrome de la estupidez de Alberto.
5. no ser capaz de abandonar de una vez por todas este estado de autocompasión y melancolía sin sentido.
Después de varios minutos intentando encontrar una solución a todos los anteriores puntos, llegué a una sola conclusión: chico que jodido lo tienes. Así que decidido bajé a la calle, y me fui de juerga solo toda la noche. Bienaventurados aquellos que pueden ver algunos de sus defectos y aceptarlos, porque para ellos siempre habrá una botella de Ballantine´s y lindas mujeres para hacerles olvidar por un rato. Y los amigos por supuesto. Porque, punto por punto:
1. por qué olvidar los buenos recuerdos y dejar de aprender de los malos
2. el que lo vea todo claro o está muy fumado o es hijo de Florentino Pérez
3. seguir plantando, que seguro que entre todo lo plantado, algo queda, es lo bueno del tiempo, que enseña a diferenciar la paja del grano.
4. peor es no tener a nadie a quien amar
5. ¿autocompasión? ¿melancolía?, espera que me las encuentre algún día por la calle que van a ver lo que es bueno
Es la ventaja de vivir por fin en mi propia nube azul, que al cielo, las pedradas no llegan. No era listo ni ná el Jesús, al final, él también ascendió a los cielos para pillarse su propia nube…
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