Friday, November 25, 2005

Seguro que hoy no va a ser un buen día (II)

Dos horas después de haber llegado a la oficina, tres cafés y un buen vaso de agua fría con hielo para quitarse de la cabeza a Adela; Enrique encara el pasillo que lleva a la sala de juntas. En su mano derecha un portafolios con miles de números y cuadros explicativos sobre inversiones, devoluciones, prestamos y toda la mierda que la empresa regurgita debido a su actividad diaria; en la mano izquierda el maletín con el ordenador portátil donde, aparte de las diapositivas en power point, conservaba toda una galería completa de fotos y vídeos que algunos bienpensantes considerarían obscenidades, él prefería llamarle botiquín de primeros auxilios.

“Míralos, todos ahí trajeados, sentados esperando que empiece a vomitar datos como un poseído. Tan estirados porque tienen clavados en sus acaudalados culos barras de acero bañadas en oro, seguro que a más de uno la sensación le provoca orgasmos inimaginables que jamás llegarán a sentir con sus orondas y presumidas mujeres”.

- Buenos días señor Presiente, señores consejeros, señores accionistas.- “Estúpidos señores y señoras perdidos en la voracidad de inflar con divisas sus vacías vidas”. Pasaré a detallarles en breves segundos el informe CKL, quiero recordarles que pueden interrumpir en cualquier momento mi exposición si tienen alguna duda o problema al respecto. “Aunque no puedo hacer nada por currar su incompetencia y falta de profesionalidad, así que, si no entienden, como va a ocurrir seguramente, nada de lo que aquí les voy a exponer, vuelvan a las facultades de pago de donde han salido y estudien, verán como así las cosas cambian”.

Las patatas frías y poco saladas, por el contrario, el trozo de carne al que el menú del restaurante tenía la valentía de llamar ternera, quemado y tan salado como un bacalao. Enrique no sabía muy bien porque venía comer todos los días a esa pocilga de 20 euros el menú, bueno, si lo sabía pero no quería reconocerse que iba por Merche.

“Si, esas tetas y ese culo compensan con diferencia la mierda de manjar que me ponen todos los días. Haber si uno de éstos se decide y entramos en el baño y me hace una mamada, esos labios tienen que ser la ostia mamando… .” ¡Ah,!, ummmmmm, Merche, no gracias, no quiero café. “Lo que quiero es que me la chupes hasta que me dejes seco…”.

-Enrique, ¿sabes una cosa?-.

- No Merche, dime.

- O la comida te ha encantado o tú estás realmente empalmado…

¿Continuará.....?

1 comment:

Anonymous said...

Sin duda Enrique es un tío necesitado de cariño... Que continue...

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