Ya saben que hace ya casi dos meses sufrí un percance del que salí airoso si exceptuamos los morados y hematomas y la pérdida de una mochila. Sin embargo, aparte del mal trago que supuso para mí y mis seres queridos el percance, ayer me dí cuenta de que el destino es muy puñetero. Tiene esas pequeñas gracias que si uno sabe valorarlas en su justa medida, incluso pueden que nos den risa.
Entre las pertenencias que contenía el bolso, se encontraban un pequeño repoductor mp3 de 126 mb, un libro sobre redes complejas y sistemas sociales. Lo más gracioso, sin embargo, y aquí el destino mete sus jocosa baza, también portaba mi libro de Daniel Goleman, titulado "Inteligencia Emocional", donde el autor desarrolla su visión sobre un concepto tan en boga como la "inteligencia emocional".
Sería demasiado pedir que los delincuentes acabasen leyendo el libro y aprendiendo de él, el daño que causan a si mismos y a los demas con sus actos. Ya digo, sería demasiado pedir, pero nunca se sabe. Ya que el destino es así de juguetón, no pierdo la esperanza.
1 comment:
Siendo sincero comparto tu opinión, pero me hizo mucha gracia que llevase ese libro en la mochila. La verdad es que me gustaría saber que ha sido de él, a lo mejor me animo y escribo un realto contando la historia de mi libro viajero.
Gracias por tu post it, un abrazo desde Verín.
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