Sunday, June 12, 2011

Crónica de un 100x24: Colmenar Viejo-Tres Cantos-Colmenar Viejo.

A uno de mis campeones especiales, ¡Gracias Feli por todo lo que nos enseñas!

Llevaba el 621. Un número más entre los cerca de 1300 inscritos. Los había altos y bajo, jóvenes y mayores, hombres y mujeres, solitarios y grupos, corredores con sus mejores zapatillas e incluso sin ellas. Y entre todos ellos Felipe, Iván y yo.

Preparadas las diferentes bolsas para cada pabellón, con los últimos cuidados a los pies y la protección solar blanqueándonos la piel nos dirigimos a la meta. Mi cabeza está llena de imágenes que vienen y se van en un instante, mi corazón late con fuerza y mis pies solo quieren caminar.¡Y comenzamos! Por delante, 100 km pero con la mente puesta en el primer reto: regresar a Colmenar Viejo, es decir, 37 km.

Podría comentar todo lo que sentí y experimenté, como cuando desde el kilómetro 12 comenzé a pelear con mis pies porque estaban ya rozados de pequeñas piedras que se colaron en mis zapatillas. Podría, pero no lo haré. Porque lo realmente valioso de esta vivencia, no se encuentra en lo que viví yo, sino en lo que viví con todos y cada uno de los corredores de la prueba: ese abuelo de 70 años que nos dejo atrás al empezar a correr y dejarnos con la boca abierta, con esa persona ciega y su guía y, sobre todo, con mis dos compañeros.

Solo me queda dar las ¡GRACIAS! a Felipe e Iván por ésto, a mis padres por preocuparse más de lo normal y a David por hacernos llegar sus ánimos y correr con nosotros a pesar de no estar físicamente. Ha sido duro, he sufrido pero ha sido una de las experiencias más gratificantes de mi vida. Y una cosa tengo clara: ¡habrá más! Y por supuesto, dedicar esta entrada a uno de mis campeones más admirados y queridos, por demostrarnos una vez más que no hay meta que no se alcance, si no dejamos de dar un paso tras otro.

3 comments:

Unknown said...

Enhorabuena por lo vivido, enhorabuena buena por lo sentido. Eso nadie te lo podrá robar jamás.

Un abrazo.

Feliun said...

Gracias por tu crónica, Alberto. Y gracias, sobre todo, por estar ahí al final. Sabes que me llegó al alma.

Un abrazo enorme

Alberto Fernández said...

Amigos Oso y Feliun, me basta la misma respuesta para los dos: ¡sois un auténtico regalo y un tesoro! Asi que, esa enhorabuena de uno y esas gracias de otro, las comparto y os las devuelvo por todo lo que os hace tan grandes.

Un abrazo a los dos, mis dos campeones ;)

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