Pensaba que lo tenía superado. Creía que todo era diferente y no podías tener sobre mí ese efecto. Pero me engañaba. Caminando entre estrellas de cristal en un campo de cemento, he visto los grilletes que aún ciernes sobre mi cuerpo.
Intenté correr, escapar de ti y tu maldito recuerdo. Pero no tengo ya fuerzas para hacerlo. Y esta tarde, después de tanto tiempo, he llorado.
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