A mis maestros....
Vosotros mejor que nadie sabe que todo camino tiene en su
sendero momentos buenos y momentos malos. Cuando yo decidí emprender el
que ahora transito, sabía que no iba a ser un trazado fácil, recto y sin
complicaciones, pues pocos caminos tienen ese perfil. Era consciente de
que habría momentos en que iría muy deprisa y llegaría muy rápido a una
de las muchas metas marcadas, pero también otras situaciones donde me
encontraría dificultades e incluso hasta la posibilidad de tropezarme y
caer. Así es el camino, uno elige que va andar, las situaciones vienen,
uno actua y solo queda asumir las consecuencias y con qué emociones y sentimientos se va a enfrentrar a ellas.
Conocéis un poco el que yo ahora recorro. Y lo conocéis porque vosotros
también lo habéis realizado, el camino del cambio, no de un cambio
cualquiera, sino de un verdadero cambio interior que nos renueva
espíritu y cuerpo. Se trata de un proceso largo, lleno de maravillosos retos y complicados
momentos. Estoy muy orgulloso de todo lo que he andado en estos seis
meses, pero me queda aún mucho por delante, muchos momentos donde
sortearé las piedras y los agujeros que el camino me manda, pero también
otros que no sabré preveer y donde la caida sea el resultado.
No tengo miedo a las caídas, vienen de serie cuando decides andar. Al fin y al cabo, cuando aprendes a montar en bicicleta,
al principio te caes unas cuantas veces, luego vas aprendiendo y te caes
menos, hasta que seguro de ti mismo ganas confianza y entonces, por ir
demasiado de prisa, te caes de nuevo. Esas caídas son las que más
duelen, porque van directas al orgullo y a la confianza, pero son de las que más rápido te repones, porque sabes que puedes ponerte en marcha de nuevo. Levantarme y asumir las heridas será mi trabajo, pues eso es lo que
exige la ruta para seguir avanzando.
¡Gracias por enseñarme tanto!
1 comment:
Gracias sensei!
Buen camino.
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