No mires con pena tus encalladas manos, tu marchita frente y únicamente sientas tu cansado cuerpo. Mirá más allá, contempla orgulloso todo lo que has sembrado, disfruta todo lo que con años y años de esfuerzo y sacrificio has logrado. No pierdas las fuerzas, no dejes que el avatimiento y el cansancio te dominen, padre. Lucha como lo has hecho siempre, levántate y camina otra vez porque no sabes hacerlo de otra forma y porque eso es lo que te pide tu alma. No dejes de ofrecer todo lo que cada día nos das a todos, porque aunque pienses que no tienes ya nada que dar, eso es falso, lo sabes, todavía tienes un infinito que regalar.
Sabes que cada vez que te miro, no veo al hombre viejo y decrépito que dices ser, sino al incansable guerrero que no dejó ninguna batalla por perdida, que no contempló jamás la derrota y que sudó su última gota de sangre para lograr sus sueños.
Padre, papa, recuerda que para mí tu eres "symple the best" y que no hay mayor cariño y amor que el que yo siento por ti y todo lo que para mi representas. Esta batalla la ganarás, como las has ganado todas hasta ahora, porque nunca te he visto tener miedo, porque nunca has dejado de gritarle al destino que eres dueño del tuyo.
¡Ánimo! En la distancia, estoy a tu lado, camino a tu lado, comparto contigo cada paso y jamás dejaré que camines solo, jamás. Te quiero, padre, te quiero papa.... mi papa....
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