Este lento pesar,
el vacío de este desesperar,
hastío de tanto esperar
una brisa que mis ánimos pueda calmar.
Ya las hojas no pueden bailar,
su mecerse es quedo, su verbo el sosegar.
Ya cantan los grillos, su música el templar,
ya ladran los perros, uno aquí y otro allá.
La noche queda y las estrellas,
a su antojoso titilar,
provocan el deseo, un anhelar
todo en mi es querer escapar,
huir, correr, llegar incluso a soñar,
con dejar, sin la vista atrás echar,
la carcel de cemento y alquitrán, poder volar.
Las velas izar,
y en pleno altamar,
susurrar, hablar, gritar,
a la libertad poder liberar,
a la libertad poder amar.
Wednesday, July 22, 2009
Tuesday, July 21, 2009
Nos mira, nos seguirá mirando...
Nos mira allá en lo lejos,
recordando cuando nosotros no parábamos de mirarla.
Recuerda las ilusiones, las miles de fantasias y sueños
que levantó entre nosotros, niños y no tan pequeños.
Cuando todos nos poníamos de puntillas, estirando el brazo para, aunque fuese con las yemas de los dedos, poder tocarla.
Ahora nos mirá allá en lo lejos,
pero la hemos olvidado. Nuestros sueños han mudado y la esperanza ha viajado a otros lados. Ella a pesar de todo, nos sigue mirando. Sabe que siempre queremos ir un paso, por pequeño que sea, más allá, siempre explorando.
Hoy, sin embargo, he vuelto a mirarla y mis ojos han recordado la belleza y el misterio que le envuelven. Quizás sea melancolia o quizás, quizás sean que los sueños de aquel niño aún siguen latiendo.
Ella nos mira, nos seguirá mirando...
recordando cuando nosotros no parábamos de mirarla.
Recuerda las ilusiones, las miles de fantasias y sueños
que levantó entre nosotros, niños y no tan pequeños.
Cuando todos nos poníamos de puntillas, estirando el brazo para, aunque fuese con las yemas de los dedos, poder tocarla.
Ahora nos mirá allá en lo lejos,
pero la hemos olvidado. Nuestros sueños han mudado y la esperanza ha viajado a otros lados. Ella a pesar de todo, nos sigue mirando. Sabe que siempre queremos ir un paso, por pequeño que sea, más allá, siempre explorando.
Hoy, sin embargo, he vuelto a mirarla y mis ojos han recordado la belleza y el misterio que le envuelven. Quizás sea melancolia o quizás, quizás sean que los sueños de aquel niño aún siguen latiendo.
Ella nos mira, nos seguirá mirando...
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